sábado, 22 de agosto de 2009

El suelo de la cocina estaba sucio. A ella no le importaba eso, mientras derramaba sus lágrimas tumbada en el suelo. Rasguñaba con ira y fuerzas sus últimos recuerdos para sacarlos afuera en forma de gritos desgarradores y de gotas de lluvia en la cara. Se sentó, y con un último suspiro miró hacia el patio, aquel patio que le unía a una especie de libertad bajo cuatro paredes mientras una gota se atrevía a viajar por su mejilla.De repente una satisfacción instantánea le recorrió su circuito nervioso. Y no había nadie.

miércoles, 5 de agosto de 2009


Vuelvo a recordar esas palpitaciones tan repetitivas seguidas de impulsos neuronales recorriendo mi cuerpo entero. Sí,exactamente esa sensación.

Nos sentamos mientras descorchamos los miles de recuerdos que nos abrazaron al comienzo de esta carrera.
Cambiemos de canal para no desviarnos del camino cuando charlamos.
Empecemos...